Velázquez, "pintor de pintores", realizó esta obra en el año 1656 para la Casa Real (recordemos que fue contratado por Felipe IV como pintor de cámara).
En principio, podríamos decir que el tema central de la obra (que por cierto, tiene unas dimensiones impresionantes) es la infanta Margarita acompañada a su derecha por María Agustina Sarmiento y a su izquierda por Isabel de Velasco, Mari Bárbola y Nicolás Pertusato jugando con el perro; todos estos niños debían de vivir en palacio, para jugar y acompañar a los pequeños hijos de los reyes. Detrás de ellos se sitúan Marcela de Ullua y Diego Ruíz, encargados de cuidar y educar a los pequeños infantes españoles.
Lo curioso de esta obra es que representa una sesión de pintura en el propio taller de Velázquez en el Palacio Real. En teoría parece ser que él (el hombre de negro con pinceles en mano) estaba pintando un retrato de los monarcas (Felipe IV y Mariana de Austria) y que los niños estaban jugando por allí. ¿Cómo sabemos esto? Pues si observas al final de la sala, los reyes están reflejados en un espejo, de frente al artista.
Al final de la habitación, en el pasillo que empieza, aparece José Nieto, que no sabemos si entra o sale, pero que quedó inmortalizado para siempre en esta genial obra.
En el siguiente vídeo tenéis una visión al detalle de la obra completa, con sus reflejos de luz, obras de fondo y todo lo que no habéis podido ver a simple vista. Un consejo: si puedes, acércate al Museo del Prado (Madrid) para poder verla y disfrutarla en directo.
Vídeo subido a YouTube por Escarapachin
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