El otro día estuvimos viendo en clase un documental norteamericano, Food I.N.C., que habla sobre las prácticas actuales en el sector primario para obtener más alimentos.
Dentro de ese documental, algunos granjeros se niegan a enseñar sus explotaciones avícolas; tienen miedo a que se sepa las condiciones de vida que sufren estos animales. ¿Por qué? Por un lado, se encuentran las empresas cárnicas más importantes del país, que se dedican tanto a la creación de piensos como su posterior procesamiento y que presionan a estos granjeros para que sean más productivos, y por otro lado, porque de sobra saben que "somos lo que comemos", y si todos supiéramos que en sus granjas se crían animales estresados y enfermos, ¿alguien querría comer sus productos?.
Hoy, la noticia viene también de EEUU, donde se niega que "sucedan cosas anómalas" en dichas granjas, y por eso, en vez de presentar una política alimentaria limpia y transparente al consumidor, se ha decidido prohibir la grabación de cualquier explotación ganadera en el estado de Utah (ver noticia aquí). Evidentemente este es un hecho muy grave, ya que se va a impedir la libre información al consumidor sobre los productos que come, y lo que es aún más grave, dan carta blanca al maltrato animal, impidiendo que cualquier asociación pro-derechos animales pueda denunciar estos hechos. Curiosamente, si intentas defender los derechos y libertades de estos seres vivos o denunciar algo perjudicial para la salud de otros seres humanos, en Utah podrás ser encarcelado.
Estaréis pensando que estas cosas quedan muy lejos de nuestro país, pero no es cierto. Como muestra os dejo el enlace a esta otra noticia, sita en Murcia, en la que se denuncia a un grupo de personas que maltratan a los animales de una granja. Dentro de la noticia se encuentra el vídeo que se presentó como denuncia ante la Guardia Civil. Es una grabación dura de ver, y que sorprende por el sadismo de los verdugos y los chillidos de los cerdos. (ver noticia aquí)
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