viernes, 19 de enero de 2018

EL PROCESO DE FORMACIÓN GEOLÓGICA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

La Tierra ha cambiado mucho de aspecto desde su formación hasta el momento actual. Debemos recordar que la Tierra está en constante cambio y que todos los días se mueve, aunque el movimiento no sea percibido por nosotros. Sabemos que un futuro lejano los continentes seguirán moviéndose y moviéndose hasta volver a colisionar unos con otros y formar lo que los geólogos han denominado Pangea última, tal y como se muestra en la siguiente imagen:

En el siguiente vídeo tenéis la evolución de la Tierra hasta el momento actual. Estos movimientos son conocidos como la Teoría de la Deriva Continental, por la cual la superficie terrestre está dividida en placas, ya sea continentales u oceánicas, que flotan sobre el manto de la Tierra y que se mueven, chocándose o separándose.


Vídeo extraído de YouTube, canal de Studies Weekly  

Estos movimientos también afectaron a lo que es hoy día la Península Ibérica, y es eso de lo que precisamente lo que vamos a ir analizando en esta entrada. 

EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

0. ERA ARCAICA O AZOICA (hace 4000 millones de años)
Hace 4000 millones de años no existían tierras emergidas en lo que hoy es la Península Ibérica. El mundo era una sola masa de tierras denominada Pangea. Poco a poco esta enorme masa de tierra comenzó a moverse...


1. ERA PRIMARIA O PALEZOICA (hace unos 570 millones de años)
Hace unos 570 millones de años la Pangea comenzó a fragmentarse. Gracias a unos movimientos orogénicos se formó el zócalo (una masa prácticamente rígida de rocas magmáticas y metamórficas que yace bajo la cobertera) y que dieron lugar a la formación de los primeros relieves peninsulares: el Macizo Hespérico, que se extendía desde Galicia a Sierra Morena.



3. ERA SECUNDARIA O MESOZOICA (Hace 230 millones de años)
Hace unos 230 millones de años se vivió una época de gran calma orogénica. Durante esta etapa se suceden una serie de periodos muy conocidos: el Triásico, Jurásico y Cretácico
Durante este período las superficies emergidas sólo sufrieron una intensa erosión a causa de las transgresiones y regresiones marinas. No se formarán nuevas unidades de relieve, pero en los bordes del Macizo Hespérico se irán depositando los materiales erosionados.


4. ERA TERCIARIA O CENOZOICA (Hace 65 millones de años)
Hace unos 65 millones de años comenzaron los movimientos orogénicos más fuertes que se hayan conocido: la Orogenia Alpina. Este período sufrió violentos terremotos, los más fuertes que se hayan conocido y también fueron frecuentes las erupciones volcánicas.
Durante este período la Península Ibérica se transformó casi completamente y al final del periodo ya mostraba casi la misma configuración que conocemos ahora. La Orogenia Alpina afectó a la Península Ibérica de la siguiente manera:
  1. Se formaron los relieves más jóvenes y altos de la Península: los Pirineos, las Cordilleras Béticas, la Cordillera Costero-Catalana, el Sistema Central y los Montes de Toledo).
  2. Se plegaron los materiales depositados en el borde del zócalo dando lugar a la formación de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y Sierra Morena.
  3. El zócalo también se fracturó y algunas zonas se elevaron respecto a otras, dando lugar a la formación del Macizo Galaico-Leonés.
  4. Al final del periodo se colmataron los valles del Guadalquivir y del Ebro.
  5. También hubo un fuerte vulcanismo en las zonas de Olot, Campos de Calatrava y Cabo de Gata.
  6. Se hundió la unión con África en el fondo del mar, dando lugar al Estrecho de Gibraltar.
  7. La Meseta basculó hacia el Atlántico y poco a poco se fue configurando la red fluvial.

4. ERA CUATERNARIA (Hace 1,6 millones de años)
Desde hace 1,6 millones de años vivimos en una fase de calma orogénica (es decir, no se han formado nuevas cadenas montañosas). Durante este período el gran protagonista ha sido la erosión provocada esencialmente por el glaciarismo y otros agentes erosivos físicos como el agua de los océanos o el propio hombre. Durante este etapa se configura la Península Ibérica tal y como la conocemos ahora.


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