Aníbal Barca nació en Cartago en el año 247 a.C.; era hijo de Amílcar Barca, un general cartaginés que se había enfrentado a Roma en la primera guerra púnica.
Con tan solo nueve años acompañó a su padre en la conquista de Hispania, jurándole odio eterno a Roma antes de que muriese. Cuando su padre murió quedó al cuidado de su cuñado Asdrúbal, con quien trabajó luchando contra los olcades, vacceos y otras poblaciones indígenas. A la muerte de Asdrúbal fue elegido comandante en jefe de las tropas de Cartago.
Aníbal consiguió controlar toda la región situada entre los ríos Tajo y Ebro, a excepción de la ciudad de Saguntum (Sagunto), aliada de los romanos. Tras ocho meses de asedio, Sagunto cayó en manos de los cartaginenses, provocando la ira de Roma. Se iniciaba así la segunda guerra púnica.
En el 218 a.C. Aníbal inició su marcha sobre Roma, desde la ciudad de Cartago Nova (actual Cartagena) con un ejército de cien mil hombres y elefantes. Cruzó los Pirineos y el río Ródano en 15 días y derrotó a los ejércitos romanos de Publio Cornelio Escipión (el Africano) en las batallas de Tesino y Trebia. Durante la estancia de Aníbal en la península itálica, Publio Cornelio Escipión aprovechó para conquistar todos los territorios cartaginenses en la península ibérica.
Finalmente, los romanos, en una jugada maestra y ante la indecisión de Aníbal por tomar la ciudad de Roma o no, decidieron atacar a la propia Cartago, obligando a Aníbal a regresar a su ciudad natal, al norte de África. Allí Aníbal fue vencido por los romanos en la batalla de Zama.
Aníbal huyó a Siria, y cuando iba a ser entregado a los romanos, prefirió suicidarse.
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Finalmente, los romanos, en una jugada maestra y ante la indecisión de Aníbal por tomar la ciudad de Roma o no, decidieron atacar a la propia Cartago, obligando a Aníbal a regresar a su ciudad natal, al norte de África. Allí Aníbal fue vencido por los romanos en la batalla de Zama.
Aníbal huyó a Siria, y cuando iba a ser entregado a los romanos, prefirió suicidarse.
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