martes, 13 de enero de 2015

Los monasterios medievales

Como ya hemos visto, durante la Edad Media europea surgieron por toda Europa monasterios, que eran grandes construcciones que controlaban grandes extensiones de terreno. Los monasterios en sí funcionaban como auténticos feudos.

La construcción principal era el monasterio que constaba de diversas partes como podrás observar a continuación:

Imagen de http://imageneitor.info/
  • El edificio más importante es la iglesia porque es allí donde se hace la liturgia diaria. Los monjes acuden a orar allí varias veces al día.
  • Anexo a la iglesia se encontraba el claustro, que es un patio porticado con un jardín en el centro. Normalmente los monjes y monjas se retiraban al claustro para poder reflexionar mientras paseaban o cuidaban las plantas del claustro. En ocasiones, el claustro era el único lugar en donde podían conversar entre ellos.
Monasterio de Guadalupe. Imagen de http://www.gopixpic.com/

  • Las celdas eran las habitaciones de los monjes. Eran muy frías y no tenían ningún lujo. 
Celda cartuja. Imagen de http://www.mscperu.org/
  • La sala de reuniones o sala capitular era una habitación muy amplia y ornamentada que se construía en un ala del claustro. En esta gran sala solían reunirse todas las mañanas y tardes después de la misa. Allí se sentaban en riguroso orden de antigüedad en la orden y discutían asuntos de su vida en común.
Imagen de http://www.pedalweb.com/
    Imagen de http://driverlayer.com/
  • El scriptorium es la habitación destinada a la escritura. En los scriptorium trabajaban los monjes copistas. Estos scriptorium solían estar anexos a la biblioteca. El trabajo de estos monjes ha permitido que nos llegue mucha sabiduría que podría haberse perdido.





  • Además, alrededor del monasterio había una serie de construcciones anexas donde se encontraban las caballerizas, los almacenes del grano y otros alimentos, la herrería e incluso la hospedería, en donde alojaban tanto a viajeros que estaban de paso como a aquellos que estaban enfermos.

Vídeo de artehistoria.com


Los monjes estaban sometidos a una una fuerte disciplina, según las reglas de su orden monástica. Para los benedictinos, la rutina monacal era la siguiente:
12 horas (medianoche): Maitines. Rezo en la iglesia durante una hora.
03 horas: Laudes. Oración de madrugada.
06 horas: Prima. Rezo en la iglesia y, posteriormente, desayuno en el refectorio e inicio de las obligaciones diarias asignadas.
09 horas: Tercia. Rezo en la Iglesia y, posteriormente, reunión en la sala capitular.
12 horas: (mediodia) Sexta. Comida en el refectorio y descanso.
14 horas: Nonas. Rezo en la iglesia y después vuelta al trabajo.
18 horas: Vísperas. Rezo en la iglesia y, posteriormente, cena en el refectorio y conclusión de las tareas cotidianas.
21 horas: Completas. Rezo en la iglesia y descanso en la celda.

De Editorial. S.M "Ciencias Sociales. Geografia e Historia. 2ºESO"

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