ARTE ROMÁNICO

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El arte románico es toda la producción artística de los países de Europa occidental entre los siglos XI y XII.

Este arte tiene cuatro características:

Caracter religioso: sus construcciones y representaciones tenían una finalidad religiosa
Contenido simbólico: todos sus elementos artísticos están concebidos para transmitir un mensaje.
Rasgos internacionales: aunque existan matices regionales, el arte Románico fue el primer estilo que se extendió por Europa.
Importancia de la arquitectura: iglesias, catedrales y monasterios fueron las máximas expresiones del Románico. La pintura y la escultura son artes subordinados a la arquitectura.

LA ARQUITECTURA ROMÁNICA

Aunque en el románico se realizaron también obras civiles, como castillos, aquí no los estudiaremos, pues vamos a centrar la atención en las iglesias y en sus principales características.

1ª. PIEDRA COMO MATERIAL CONSTRUCTIVO.

Se usaron grandes sillares de piedra regulares que daban solidez a la iglesia. ¿Sabes por qué? Por que la fe en Cristo debe ser sólida; los hombres de la Alta Edad Media no podían dudarlo.

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En muchas ocasiones, cuando visites una catedral o iglesia románica e incluso gótica te encontrarás con marcas de cantero en estos sillares.

Las marcas de cantero son símbolos que los canteros dejaban en las piedras y sillares no sabemos muy bien por qué. Algunos autores dicen que son símbolos mágicos de protección, y para otros, en realidad eran las marcas que hacía cada grupo de canteros para saber o poder enumerar la cantidad de sillares trabajados y poder cobrar con razón a ello. Así que cada logia o taller debió de tener su propio símbolo.

Foto propia. Marca de cantero en el Monasterio de Poblet (Tarragona)

2ª. MUROS GRUESOS, POCAS VENTANAS Y USO EN EL EXTERIOR DE CONTRAFUERTES PARA SOPORTAR EL PESO.

Los muros gruesos son consecuencia de utilizar los sillares de piedra. Es por eso que estas iglesias serán robustas y no de excesiva altura.

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Hay pocas ventanas porque el peso de los muros y de la cubierta será tan grande que no se podrán dejar grandes huecos. Por este motivo, los interiores de una iglesia románica son oscuros, invitan al recogimiento. La luz solo entra por unas pequeñas ventanas como si fuesen pequeños rayos que iluminan lo imprescindible. Esto genera un ambiente de recogimiento dentro de la iglesia que invita a rezar.

Como podéis ver en las imágenes, los muros y las cubiertas son de piedra, por lo que pesan mucho. Para poder sostenerlos utilizarán pilares y columnas en el interior, pero en el exterior utilizarán contrafuertes. Los contrafuertes son unos salientes del muro para soportar el peso de estos pesados muros.

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3ª. USO DEL ARCO DE MEDIO PUNTO (de origen romano) y la BÓVEDA DE CAÑÓN.

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El arte románico se denomina así porque usaban el arco de medio punto, semejante al que usaban los romanos.

El arco de medio punto es semicircular y la bóveda de cañón es la cubierta que se origina cuando se prolonga este arco hacia la horizontal.

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4ª. COLUMNAS Y PILARES para soportar el peso de la cubierta de los edificios.

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Además de sustentar, en muchas ocasiones estas columnas tenían decoradas sus capiteles con escenas de la Biblia o incluso del Libro del Apocalipsis. De esta forma, los fieles analfabetos podían conocer los rudimentos y creencias de la educación. Es decir, estos relieves esculpidos eran como los libros de la población cristiana de la época.

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5ª. LA PLANTA DE LAS IGLESIAS SUELE SER DE CRUZ LATINA.

La planta de cruz latina es la que tiene un lado más largo y el que cruza más corto. La planta de cualquier iglesia suele tener muchos elementos, que iremos estudiando poco a poco.

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Las iglesias románicas de peregrinación pueden tener tres o cinco naves longitudinales, siendo la nave central la más amplia. Estas naves son pasillos que se dirigen desde la puerta principal hacia el altar.

En el centro, justo donde se cruzan los brazos de la cruz nos encontramos con el crucero, que suele estar cubierto por una pequeña torre denominada cimborrio.

El transepto son los brazos de la cruz y sobresalen en planta de lo que sería el cuerpo de la iglesia. El transepto suele tener dos puertas o fachadas, una a cada lado. Estas fachadas suelen tener pórticos escultóricos.

Finalmente, nos encontramos con la cabecera de la iglesia. En la cabecera se suele situar el altar mayor y es la parte más importante de cualquier iglesia porque allí se encuentra el sagrario. Habitualmente las cabeceras tienen forma semicircular y se llama ábside. En ocasiones las cabeceras tienen un pasillo que permite deambular por él, eso es la girola. Si en la girola o en la cabecera vemos pequeñas capillas semicirculares, entonces estamos ante los absidiolos.

La fachada principal destaca porque suele tener un pórtico muy grande y suele estar rematada por dos grandes torres, que servían de campanario.

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ESCULTURA Y PINTURA ROMÁNICA

La escultura y la pintura románicas se usaron para decorar iglesias, catedrales y monasterios. Tuvieron un sentido religioso y se subordinaron a la arquitectura. La finalidad de estas obras es didáctica, puesto que a través de estas representaciones se buscaba transmitir al pueblo analfabeto los valores de la doctrina cristiana.

Tanto pintura como escultura tendrán las siguientes características:

Simbolismo: las representaciones pretenden plasmar de manera sencilla una idea, de modo que se muestran de forma esquemática.
Jerarquía: el tamaño con el que se representa a las figuras depende de su importancia.
Policromía: tanto la pintura como la escultura eran pintadas con colores intensos.
Ley del marco: las esculturas y las pinturas se acomodaban a los espacios arquitectónicos, de ahí que a menudo presenten posturas o tamaños poco acordes con la realidad.

Los edificios románicos se decoraban con esculturas, siendo las principales las situadas en las portadas.

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El tímpano (a) es la parte central de la puerta y es donde se coloca la escena principal.

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Este tímpano se corresponde con el de Santo Domingo de Soria. En él se representa al Pantocrator (Dios Padre que en este caso lleva a Cristo sobre las rodillas) dentro de una especie de marco con forma de almendra (mandorla).

Alrededor del tímpano estaban las arquivoltas, que son unas molduras que forman una serie de arcos concéntricos en las portadas románicas. Las arquivoltas parten de una jamba y llegan hasta la otra.

Las jambas son los laterales del pórtico y también van decoradas. En ocasiones, las puertas eran tan grandes que en el centro se colocaba el parteluz, que dividía la puerta en dos. Los parteluz también solían ir esculpidos.

Por último encontramos el dintel. Es la franja horizontal que separa el tímpano de la puerta. Fue normal encontrar detalles geométricos como rosetones en estos dinteles, aunque esto variara.

Además de en las portadas, en los templos románicos podremos encontrar esculturas en los altares mayores, en los capiteles, en los claustros y en los arranques de muchas bóvedas.

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Pincha aquí para conocer el Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela

La pintura en el románico también estaba subordinada a la arquitectura y destaca por recrear dibujos planos, bien marcados con una gruesa línea, el uso de colores brillantes e irreales, poco conocimiento anatómico del cuerpo humano y carece de profundidad. Se podían presentar en frescos, tabla o miniaturas en los libros.